José Carlos Mainer

El nuevo número de la revista ‘Turia’ tiene, entre sus principales contenidos de temática aragonesa, un amplio artículo en el que se realiza una necesaria, rigurosa y sugestiva aproximación a la rica y sobresaliente trayectoria intelectual de uno de los más prestigiosos estudiosos de la literatura española: José-Carlos Mainer Baqué, actual catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza.

Ahora, la revista realiza una completa y atractiva aproximación a la amplia obra de este inolvidable historiador de la literatura y profesor, de un ensayista riguroso y cabal como José-Carlos Mainer. Un texto de reconocimiento a su labor que ha sido elaborado por José Domingo Dueñas Lorente, también docente de la Universidad de Zaragoza, y en el que se da testimonio del aprecio que ha suscitado la obra de Mainer y su notoria influencia en distintas generaciones de filólogos, ensayistas, creadores y buenos lectores.

Como bien se dice en el artículo, “todo indica que tras su jubilación académica el profesor José-Carlos Mainer Baqué (Zaragoza, 1944) ha visto ensancharse el aprecio público de su labor como estudioso y ensayista, la capacidad de influencia de su obra, como si el poso de su ingente tarea intelectual necesitara de algún tiempo para fructificar debidamente”. Y en esa dinámica necesaria de visibilizar el aprecio por su gigantesca labor filológica y cultural hay que situar este homenaje de la revista TURIA a uno de sus más ilustres y destacados colaboradores.

Mención especial merece también, entre los temas y autores aragoneses de la revista, el artículo del antropólogo Francisco Javier Sáenz Guallar para la sección “Cuadernos turolenses”. En él se informa con todo detalle sobre un singular descubrimiento documental: la existencia de una novela desconocida titulada “La Farándula Menglanista”. Una obra insólita por su temática, que fue publicada en 1928 por un raro escritor alcañizano: Casimiro Taboada Lasala.

‘La Farándula Menglanista’ es una novela singular, ya que aunque se trata de una obra de carácter costumbrista incorpora elementos de la ciencia ficción, de anticipación tecnológica en concreto, e incluso del fantástico, como el ocultismo, la mitología o el hipnotismo. Desde este punto de vista, podría compararse con algunos textos de los escritores aragoneses Santiago Ramón y Cajal o Carlos Mendizábal Brunet que son considerados pioneros de la ciencia ficción en nuestro país. Fue publicada por Casimiro Taboada Lasala en La Tipográfica de Caspe en 1928 y está ambientada en Alcañiz, su ciudad de origen, claramente reconocible en la población de Menglana donde suceden los hechos, aunque incluyera como subtítulo Claroscuro de Alcoraz, modificando algunas letras del topónimo.

Como es habitual, en este nuevo número de ‘Turia’, los autores y temas vinculados a Aragón gozan de un protagonismo muy relevante. Un total de 36 creadores aragoneses o radicados aquí participan en cada una de las diez secciones de la revista con sus relatos, poemas, artículos o críticas de libros.

En este primer número de 2024 de su edición en papel, la publicación vuelve a subrayar en su compromiso permanente con los autores aragoneses. No en vano, a lo largo de estas más cuatro décadas de trayectoria, han sido múltiples las ocasiones en que la revista ha ejercido su labor de puente cultural entre el trabajo creativo, de investigación y divulgación de dichos autores y el realizado por los grandes nombres de la cultura universal.

Los sumarios de la revista son siempre fruto de la integración, de un mestizaje que nos enriquece a todos y que es buena parte del secreto de la longevidad y buena salud de la revista cultural fundada en Teruel en 1983 y que el pasado año 2023 obtuvo el Premio Aragón, máximo reconocimiento institucional que otorga anualmente el ejecutivo aragonés. Según el fallo del jurado se valoraron los «40 años de ininterrumpido compromiso con la cultura de Aragón mediante un proyecto editorial que aúna crítica literaria y creación del más alto nivel».

Asimismo, el Decreto de concesión destacó que ‘Turia’ se ha convertido en un «elemento simbólico para la cultura aragonesa contemporánea, en proyecto esencial de las letras en las últimas décadas», además una plataforma de publicación «valorada para autores noveles y consagrados» y un «ejemplo de proyección universal desde lo local».

La revista ‘Turia’ es una publicación de periodicidad cuatrimestral que tiene una edición en papel y otra digital (web y Facebook) de difusión diaria. Está publicada por el Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación de Teruel y cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Teruel, el Gobierno de Aragón y la Caja Rural de Teruel. Este número ha sido posible gracias al mecenazgo de la Universidad Complutense, de la fundación privada alemana S. Fischer y del Foro Cultural de Austria.

Mainer, una fructífera y valiosa colaboración

José-Carlos Mainer (Zaragoza, 1944) ha sido uno de los más apreciados y relevantes colaboradores aragoneses de ‘Turia’ a lo largo de las más de cuatro décadas de trayectoria de la revista. Buena prueba de ello es que ejerció de presentador de su número 1 en Teruel, allá por 1985 y en un acto que significó la normalización de la periodicidad de dicha publicación cultural tras la aparición dos años antes de un sorprendente número 0. Una entrega inicial que conoció una segunda edición dado su éxito, como atestiguaría la recensión que le dedicó el periódico ‘El País’: “Turia da una idea de universalidad de sus propuestas, de la conciencia de integrar lo propio en esta universalidad, de la que se procede y nunca puede renunciarse”. Esa tarea de Mainer como presentador ha tenido luego diversos escenarios, como el Palacio de la Aljafería de Zaragoza, siendo la última la que se desarrolló en 2016 en el IAACC Pablo Serrano de la capital aragonesa, con motivo del monográfico de TURIA que protagonizó el escritor José María Conget.

El primer artículo de José-Carlos Mainer aparecido en ‘Turia’ se publica en su número 2-3, y está dedicado a uno de los grandes autores españoles que mayor atención han merecido a lo largo de su dilatada labor crítica y ensayística: Ramón J. Sender. Pero las páginas de la revista turolense no sólo se han enriquecido con la sabiduría senderiana de Mainer, también ha dedicado artículos a Pío Baroja, Benito Pérez Galdós, Ignacio Martínez de Pisón, José María Conget, Ana María Navales o Rafael Sánchez Mazas. Su última colaboración publicada, en 2022, fue un artículo sobre la obra de Vicente Molina Foix.

Bajo el título de “José-Carlos Mainer: el triunfo de la moderna Filología Románica”, José Domingo Dueñas Lorente subraya la generosidad intelectual del profesor Mainer y la condición de “maestro” que le atribuyeron los más de cuarenta participantes en el libro colectivo que se editó, en 2011, tras su retiro de las aulas: “Para Mainer de sus amigos y compañeros de viaje”. Se subraya también en el artículo de TURIA el acierto de otro de sus discípulos, Juan Carlos Ara Torralba, al describir el trabajo del catedrático de la Universidad de Zaragoza como una muestra elocuente de “la viva sabiduría de un lector voraz mediante la combinación justa de los tres argumentos o modos de persuasión de la retórica desde Aristóteles: el ethos, el pathos y el logos”.

Según el profesor Dueñas Lorente, entre los muchos trabajos de Mainer seguramente ‘La Edad de Plata (1902-1931. Ensayo de interpretación de un proceso cultural’ es la obra que más ha iluminado -y deslumbrado- a las sucesivas promociones de lectores. Siempre, en cualquier caso, José-Carlos Mainer ha buscado trascender las coordenadas estrictamente académicas, de acuerdo con el ejemplo de la alta divulgación anglosajona, donde no es necesario justificar a pie de página una interpretación arriesgada o donde el estudioso puede mostrarse personalmente concernido por los asuntos abordados.

Finaliza el recorrido de ‘Turia’ por la fecunda obra intelectual de Mainer con la glosa a la dirección de ese colosal empeño editorial que fueron los nueve gruesos tomos publicados por Crítica de una ‘Historia de la literatura española’. Una obra colectiva que coordinó y de la que escribió el tomo dedicado a ‘Modernidad y nacionalismo, 1900-1939’. Y, en el prólogo general a dicha serie, se destila la esencia del sabio legado de José-Carlos Mainer: “Los filólogos sabíamos ya hace tiempo que los textos literarios son de naturaleza hojaldrada, finos estratos de significado entre los que circula el aire del tiempo y las huellas de textos precedentes que condicionaron su nacimiento. Son reflejos de lo que se quiso decir y lo que no se quiso decir, ambiguos como la existencia misma hacia la que acuden o de la que huyen”. Y es que, como le gusta decir a José-Carlos Mainer, “quien sólo sabe literatura, ni literatura sabe”.

Rescate de una novela de un raro escritor alcañizano

Imagen de 1911 de la Fuente de los 72 caños de Alcañiz, del Archivo de Antonio Pérez.

Una hasta ahora desconocida novela con temática costumbrista y elementos de ciencia ficción, fruto del raro escritor alcañizano Casimiro Taboada Lasala, es el contenido del artículo que protagoniza la sección denominada ‘Cuadernos Turolenses’. En él, el antropólogo y anterior secretario general del Instituto de Estudios Turolenses Francisco Javier Sáenz Guallar, elabora un sugerente texto sobre “La Farándula Menglanista”, única obra publicada en 1928 por dicho autor nacido en Alcañiz y que vivió entre los siglos XIX y XX.

No es mucho lo que sabemos de Casimiro Taboada Lasala, apenas que nació en 1888, que vivió toda su vida en la calle Alejandre de Alcañiz y que murió en 1955. Escribió algunos artículos en prensa criticando el caciquismo rural, al que consideraba la causa más importante del atraso de los pueblos, y que es el tema central de la novela. Fue procurador de los tribunales y miembro del primer Ayuntamiento de la ciudad tras la proclamación de la II República en 1931. No publicó ninguna otra obra.

Según la opinión de Sáenz Guallar, “La Farándula Menglanista” no destaca por su calidad literaria y tiene dos partes bien diferenciadas: “la primera describe la ciudad y la situación de dependencia de los labradores y jornaleros respecto de los caciques y grandes propietarios, no tanto de la pequeña burguesía tradicional sino de los arribistas y nuevos ricos. Este es el único aspecto de la ficción que han destacado los pocos investigadores que se han ocupado de la obra. La segunda narra las vicisitudes sufridas por dos de las protagonistas después de que sean utilizadas sin saberlo en el funcionamiento de un aparato electromecánico. El punto de inflexión entre ambas partes se produce precisamente con el empleo de ese artefacto”.

Tras desarrollar en el artículo que publica TURIA cómo transcurren los sucesos narrados en la novela, Sáenz Guallar concluye que “Taboada, para atenuar el pesimismo que destila la novela, añade el siguiente párrafo final: “Tras los años de carestía, parecen vislumbrarse años de prosperidad y abundancia; y en lontananza, regresar a la ciudad los trabajadores a los que la necesidad obligó a abandonarla, dispuestos a acorralar a los gerifaltes que con fatídica mortaja, tejida con las fibras del ignorantismo y de la depravación, pretenden mantener a los parias sujetos en una atrofia intelectual; esclavitud impropia de los tiempos presentes”.

36 autores aragoneses

Cada nuevo sumario de ‘Turia’ es un claro ejemplo de integración cultural de autores y textos de diversas procedencias geográficas, estéticas, ideológicas y generacionales. Todo ello sin olvidar nunca el arraigo turolense/aragonés de esta revista. Buena prueba de esa filosofía de trabajo la constituyen los 36 autores aragoneses que publican textos inéditos en las distintas secciones del sumario del primer número de la revista que se edita en este año 2024.

Así, los lectores podrán disfrutar de la creatividad narrativa de Carlos Castán, María José Hasta, Aloma Rodríguez y Félix Teira Cubel. En poesía, da a conocer poemas originales de Inés Alhambra Aragüés, Ángel Gracia, Juan Marqués y Almudena Vidorreta.

En la nómina de colaboradores de esta entrega puede comprobarse, una vez más, la voluntad de la revista de brindar a los lectores material inédito tanto de autores consagrados como emergentes. Entre estos últimos, subrayar la participación de la oscense María José Hasta, toda una revelación editorial con su primera novela “Se te oscurece el pelo”, publicada en Caballo de Troya. Y, en el ámbito de la poesía, destaca la participación de una nueva autora a tener en cuenta: la zaragozana Inés Alhambra Aragüés.

En el espectacular monográfico internacional sobre Franz Kafka, también se da una participación aragonesa: la de Elisa Martínez Salazar, profesora del área de Filología Alemana de la Universidad de Zaragoza. Otra de las secciones habituales de la revista es “La isla”, que contiene fragmentos del diario de Raúl Carlos Maícas ilustrados por Isidro Ferrer.

Más allá de las aportaciones ya comentadas sobre José-Carlos Mainer de José Domingo Dueñas Lorente, y de Francisco Javier Sáenz Guallar sobre una novela desconocida de un raro autor alcañizano, hay que subrayar la nutrida presencia de aragoneses en la sección “La Torre de Babel”. Es el apartado que ‘Turia’ dedica a la crítica de libros, y en él se ofrecen cuidadas reseñas de libros de ficción, de no ficción y de poesía, tanto de autores españoles como de otros idiomas traducidos al español. La amplitud y calidad de esta sección han convertido a la publaición en una de las revistas que más y mejor practican la crítica literaria entre las publicaciones y suplementos culturales de España.

En esta ocasión, ejercen como críticos, un total de 23 aragoneses o radicados aquí: Ramón Acín, Fernando Andú, José María Ariño, Rosa Burillo, Enrique Cebrián Zazurca, Aurora Cruzado, José Ignacio de Diego Lidoy, Nacho Escuín, Julio Espinosa Guerra, José Giménez Corbatón, José Luis Gracia Mosteo, Cristina Grande, Ismael Grasa, María Paz Guerrero, Pedro Moreno Pérez, Agustín Pérez Leal, Alejandro Ratia, Fernando Romo Feito, Agustín Sánchez Vidal, Jesús Soria Caro, Fernando Sanmartín, Enrique Villagrasa, Juan Villalba Sebastián y Jesús Villel.

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