«Territorios abandonados» es un libro que aúna rigor científico y un tratamiento divulgativo de la información. Además cuenta con un cuidado diseño gráfico muy visual, lo que permite que en sus 175 páginas ofrezcan al lector un total de 173 fotografías y numerosos gráficos y mapas. Todo un exhaustivo despliegue de datos e imágenes que documentan con detalle antiguos municipios, aldeas, barrios, masadas y caseríos turolenses hoy despoblados.
A mediados del siglo XIX había 449 entidades de población en la provincia de Teruel. Hoy en día apenas son 250, poco más de la mitad, las que recogen los censos como habitadas. El hecho de que muchos de ellos hayan sido agregados a otros ayuntamientos e incluso borrados de los mapas induce a los autores de la obra a concluir que, en buena medida, «Teruel se ha descartografiado». Ante esa coyuntura, el volumen ahora editado surge como respuesta a una voluntad de evitar que aquellos lugares ahora vacíos desaparezcan definitivamente o se pierdan en el olvido.
Según se indica en el texto introductorio del libro, este trabajo editorial es el resultado de varios años dedicados a documentar e inventariar los pueblos abandonados y/o olvidados más importantes de la provincia de Teruel. En sus páginas se recogen informaciones sobre un total de 27 núcleos de población que fueron abandonados por diversas razones a lo largo del siglo XX y principios del s. XXI. Para los autores, «se trata de un proceso inacabado. Seguramente en los próximos años esta lista se verá ampliada a no ser que muchas comarcas turolenses experimenten un cambio demográfico sustancial».
UNA OBRA PARA LA REFLEXION Y PARA LA ACCION
Para sus autores, el propósito de un libro como «Territorios abandonados. Paisajes
y pueblos olvidados de Teruel» va más allá de «un puro inventario de patrimonio y pueblos, ya que pretende ser una herramienta no solo para la reflexión sino también para la acción. Por este motivo se ha incorporado un capítulo con ideas y propuestas para intentar recuperar, por lo menos parcialmente, algunos de estos núcleos y, por otra parte, se han elaborado una serie de rutas temáticas por toda la provincia para dar a conocer algunos de los rincones más bellas y recónditos de este territorio».
«Territorios abandonados» se estructura en cuatro capítulos y una sección aparte donde figuran mediante fichas todos los pueblos incluidos en la misma. El primer capítulo analiza la reciente evolución demográfica de la provincia y evidencia los fenómenos de vaciado demográfico y polarización territorial que se han producido. En el segundo apartado del libro se presenta la selección de núcleos a estudiar y la metodología de campo utilizada. El tercer capítulo aglutina los núcleos según las tres principales causas de abandono: la crisis del campo, la crisis de la minería y la industria y los abandonos forzosos. Por último, la sección final se divide en dos capítulos: una serie de propuestas de recuperación para algunos núcleos susceptibles de ser repoblados, y un conjunto de rutas temáticas por la provincia. El libro se cierra con el citado inventario de los 27 núcleos y aldeas que hoy en día están abandonados en toda la provincia.
PERFIL BIOGRAFICO DE LOS AUTORES
«Territorios abandonados. Paisajes y pueblos olvidados de Teruel» es una obra elaborada por Luis del Romero y Antonio Valera. Ambos son geógrafos y cuentan con la siguiente trayectoria profesional:
Luis del Romero Renau (Valencia, 1980) es geógrafo doctorado en la Universitat Autónoma de Barcelona en 2008 con una tesis sobre nuevos instrumentos de planificación territorial. Ha trabajado como investigador en las universidades de Laval y Québec en Canadá y en la de Friburgo en Alemania. Actualmente ejerce como docente en el Departamento de Geografía de la Universitad de Valencia. Una de sus áreas preferentes de investigación es la provincia de Teruel, donde ha realizado trabajos sobre las guerras carlistas, la guerra civil o los procesos de declive rural.
Antonio Valera Lozano (Valencia, 1979) es doctor en Geografía por la Universitat de Valencia en 2011. Durante cerca de una década ha participado en diferentes proyectos de investigación relacionados con los cambios de usos del suelo, cartografía ambiental y sostenibilidad en el Centro de Investigaciones sobre Desertificación – CIDE. Actualmente desarrolla su actividad investigadora en el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local – IIDL.
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