El Instituto de Estudios Turolenses ha dado a conocer hoy el catálogo de la exposición «Teruel en el cambio de siglo. Fotografías de Jaime Fernández Fuertes (1852-1928)». Inaugurada el pasado mes de diciembre en el Museo de Teruel, ha obtenido un rotundo éxito de público con un total de 4.645 visitantes hasta el momento. Ahora, con la edición de un cuidado y excepcional catálogo, el IET facilita que pueda conocerse permanentemente el citado archivo fotográfico a través de una documentada y atractiva publicación en torno a la vida cotidiana turolense de aquella época.
Esta interesante iniciativa editorial del IET permite que, mediante un volumen integrado por 128 páginas y 150 imágenes, el lector pueda descubrir a fondo cómo fue Teruel a finales del siglo XIX y principios del s. XX. Además de reproducirse las fotografías que integran la exposición, el catálogo contiene varios textos de investigación y divulgación acerca de tres asuntos: los fotógrafos de Teruel, la figura de Jaime Fernández Fuertes y el análisis de su producción fotográfica.
La exposición «Teruel en el cambio de siglo. Fotografías de Jaime Fernández Fuertes (1852-1928)» podrá contemplarse en el Museo de Teruel hasta el próximo 24 de febrero.
FOTOGRAFIA Y REALIDAD
Como bien se subraya en el texto introductorio del catálogo, «la fotografía es hoy día una fuente documental tan importante como cualquier otra de las utilizadas tradicionalmente para acercarnos al conocimiento de nuestro pasado reciente». De ahí que, «la interpretación de la fotografía, y de la imagen en general, necesita de elementos complementarios que la contextualicen». Y ese objetivo es el que anima a los tres textos que integran el catálogo «Teruel en el cambio de siglo». Unos artículos de estudio y divulgación elaborados por Rosaura Albero, Javier Sáenz Guallar y Antonio Pérez Sánchez.
En primer lugar, Rosaura Albero realiza una pormenorizada aproximación a la biografía de Jaime Fernández Fuertes. Tras el análisis de su rica y variada trayectoria vital, Albero concluye que «Jaime Fernández fue un hombre pionero y polifacético, adelantado a su tiempo. Miembro de esa burguesía aragonesa activa y comprometida que, en los albores del nuevo siglo, se interesó por los avances tecnológicos, industriales y culturales y su repercusión en la sociedad, cuyo resultado supuso un mayor desarrollo económico y una mejora en su nivel cultural».
Javier Sáenz Guallar, en su texto «El mundo desde la plaza del Torico» asegura que las más de mil fotografías realizadas por Jaime Fernández convierten a su archivo «en una crónica gráfica personal de Teruel en esa época. Además, el que Jaime Fernández viviera y tuviera su establecimiento comercial en ese espacio principal de la ciudad le permitió ser testigo de excepción de lo que ocurría en ese lugar, que fotografíó con asiduidad, ya que la plaza del Torico es el espacio urbano que más se repite en el archivo».
Muy valioso es el artículo de Antonio Pérez Sánchez por cuanto, en su texto titulado «Zoom a los fotógrafos de Teruel» elabora una necesaria aproximación a los fotógrafos profesionales que trabajaron en Teruel a finales del siglo XIX y en las dos primeras décadas del XX. Se inicia así un proceso de investigación que permitirá conocer la nómina de profesionales que se dedicaron a la fotografía en la ciudad de Teruel. De especial interés es la información que Antonio Pérez aporta y que permite considerar por el momento a Dámaso Fuertes y Vélez como el pionero de la fotografía en Teruel
UN EXCEPCIONAL LEGADO FOTOGRAFICO
Tanto la exposición como el catálogo se han elaborado a partir del archivo fotográfico que Miguel Angel Fernández Ibáñez, nieto de Jaime Fernández Fuertes, donó de manera desinteresada al Instituto de Estudios Turolenses para su custodia y fomento. Dicho legado documental lo integran más de un millar de fotografías, mayoritariamente en blanco y negro.
«Teruel en el cambio de siglo» ofrece una selección de dicho archivo fotográfico. Son imágenes tanto de la ciudad de Teruel como retratos y fotos de familia. Paisajes urbanos, tradiciones, patrimonio y costumbres aparecen reflejados en el material gráfico que se exhibe al público. También el catálogo se enriquece con la incorporación de imágenes procedentes de varios fotógrafos de la época: Domingo Fuertes y Vélez, José Martínez Sanchez, Frutos Moreno, Isaac Ortí, Bautista Miralles y Domingo Uriel, entre otros.
La difusión de este rico patrimonio gráfico era una de las actividades programadas dentro del reciente Centenario del Modernismo Turolense y muestra la voluntad del IET de dar a conocer los ricos, variados e interesantes fondos fotográficos de que dispone esta entidad dependiente de la Diputación de Teruel.
JAIME FERNANDEZ, UN TUROLENSE EMPRENDEDOR Y POLIFACETICO
Jaime Fernández Fuertes nació en Teruel en 1852, y en 1873 fundó una relojería en la plaza del Mercado (actual plaza Carlos Castel) número 10. Su espíritu pionero, empresarial y con visión de futuro hicieron que, junto a otros proyectos, impulsara la sociedad eléctrica que en 1889 inauguró, a modo de ensayo, la iluminación pública en la capital. Asimismo, participó activamente en la vida social de la ciudad, formando parte de distintas asociaciones como el Ateneo y el Club Velocipédico Turolense. Murió en Teruel, en diciembre de 1928.
La gran pasión de Jaime Fernández fue la fotografía, arte que desarrolló con destreza y que constituye un valioso legado para el patrimonio cultural turolense. Su colección de instantáneas en negativos de cristal comprende 1.106 fotografías en su mayoría de carácter familiar, aunque también incluye una amplia colección de escenas que retratan la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad, crónica inestimable de la sociedad de finales del siglo XIX y principios del XX.
La intención documental del fotógrafo se manifiesta en la cuidada selección del emplazamiento de la máquina de fotos y en el uso de amplios encuadres. Las fotografías de Jaime Fernández muestran la realidad tal cual es, de manera natural, sin artificios, muchas veces sorprendiendo en su actividad a las personas cuando disfrutan de una fiesta, van al mercado o pasean por la ciudad. De ahí el valor documental y etnográfico de su archivo.
Jaime Fernández tuvo especial predilección por la imagen estereoscópica. Un 78% del total de su archivo está compuesto por este tipo de fotografía, caracterizada por lograr una sensación de tridimensionalidad y relieve que provoca en el espectador la percepción de que es parte integrante de la escena. Esta técnica tuvo mucho éxito en periodo que va desde 1890 hasta 1920, cuando la industria de aparatos fotográficos logró idear cámaras más ligeras, sencillas y manejables que facilitaron su uso por los aficionados, que ya no tenían que acarrear pesadas cajas con máquinas voluminosas y los otros muchos útiles y accesorios necesarios.
En definitiva, con la reciente y altruista donación de la totalidad del archivo fotográfico de Jaime Fernández Fuertes, el IET viene a ampliar de manera notable la importante fototeca que posee y que constituye ya todo un valioso patrimonio documental y cultural. No en vano, el IET posee un archivo con más de 50.000 fotografías, negativos, diapositivas e imágenes digitales sobre lugares, monumentos, acontecimientos tipos y objetos de valor histórico, geográfico, artístico y etnográfico de la provincia.
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