Roberto Bolaño

Roberto Bolaño

 La revista cultural «Turia» publica en su nuevo número, que se distribuirá este mes de noviembre en España y otros países, un sumario con interesantes textos inéditos protagonizados por grandes autores internacionales. Así, TURIA da a conocer un revelador artículo de la escritora y editora norteamericana Valerie Miles en el que analiza la vinculación de Roberto Bolaño con los autores de la célebre generación Beat.

«Turia» ofrece además a los lectores varios inéditos del escritor Claudio Magris, premio Príncipe de Asturias y uno de los grandes intelectuales europeos actuales. Se trata de una serie de textos breves en los que reflexiona con perspicacia e ironía sobre temas diversos y que forman parte del libro “Instantáneas”, que será editado el próximo año por Anagrama

También «Turia» da a conocer dos artículos originales sobre otros dos autores de indiscutible protagonismo: el portugués Fernando Pessoa, uno de los escritores más fascinantes del siglo XX y la uruguaya Ida Vitale, premio Cervantes 2018.

Bolaño, un mito para los lectores y la crítica

Sin duda, Valerie Miles es una de las más relevantes conocedoras de la obra de Bolaño por cuanto, de 2008 a 2014, trabajó junto a los herederos del escritor leyendo y ordenando buena parte de los aproximadamente 14.000 documentos de su archivo. Igualmente ayudó a preparar su obra póstuma y fue comisaria de la primera exposición dedicada a divulgar su rico archivo, que tuvo lugar en el CCCB de Barcelona en 2013. Ese acceso privilegiado a tal caudal de información sobre la trayectoria y las obsesiones de Bolaño le ha permitido a Miles convertirse en una analista privilegiada y certera de su labor creativa.

Desde esa perspectiva, en el artículo que Valerie Miles publica en TURIA se ocupa de estudiar y arrojar luz sobre las claves de uno de sus libros póstumos: “El espíritu de la ciencia ficción”. Un texto que Miles considera caracterizado por la influencia que los autores de la generación Beat ejercieron sobre Bolaño desde la época que el autor chileno vivió en México.

Aunque hace ya dieciséis años de su muerte, la personalidad y la obra del escritor chileno Roberto Bolaño (1953 – 2003) lo han convertido ya en un nombre propio indiscutible de las letras de nuestra época y su figura literaria no ha dejado de crecer. Al reconocimiento de la crítica, que el propio autor vivió ya en la última etapa de su vida, se ha unido una auténtica mitificación académica y universitaria –sobre todo estadounidense e hispanoamericana- y un considerable aumento del número y la fidelidad de sus lectores.

No es la primera vez que «Turia» dedica una especial atención a Roberto Bolaño en sus páginas. El escritor chileno fue un colaborador destacado de la revista y, en su homenaje, editó en 2005 un inolvidable y espectacular monográfico que incluso ha sido objeto de traducciones a otros idiomas. En él participaron con textos inéditos, entre otros, Enrique Vila-Matas, Ana María Navales, Rodrigo Fresán, Pablo d’Ors, Roberto Brodsky, Alejandro Zambra y se publicaron originales del propio Bolaño.

En el artículo que Valerie Miles publica en «Turia» sobre “La conexión Beat de Roberto Bolaño” se analiza con detalle uno de sus libros póstumos: “El espíritu de la ciencia-ficción”. De él se nos dice que se trata de una bildungsroman o novela de formación, así como una obra reveladora de la poética de Bolaño y de la influencia que sobre ella ejercieron autores como William S. Burroughs y Jack Kerouac, miembros destacados de la legendaria generación Beat norteamericana.

Subraya Miles que a “Bolaño le gustaba forzar los límites y borrar la división entre poesía y prosa” y también su fascinación por la espontaneidad y el modo que Kerouac y sus contemporáneos tenían de trasmutar lo prosaico. A partir de ahí, argumenta que Bolaño “añadió, a su reelaboración de los métodos de los Beat, una dimensión política donde le parecía que esta faltaba”.

De ahí que, en opinión de Valerie Miles, el asunto central de la novela “El espíritu de la ciencia-ficción” sea la “idea de que las Américas están uncidas, unidas en la lucha. Para plantear esa cuestión, Bolaño tomó prestada parte de la estética de la contracultura estadounidense, usando la espontaneidad, el humor y el juguetón rechazo de la narración propios de los Beat para estudiar los estragos del Estado. El libro no es perfecto: a veces se pasa de listo, y a menudo hay frases excesivas o cacharrería sin ton ni son. Se trata de una novela primeriza, y el autor ya no está entre nosotros para mejorarla. Pero también tiene pasajes estremecedoramente hermosos, y sus lecciones acerca del alcance de la forma de hacer política de los Estados Unidos resuenan con rabiosa actualidad”.

Un Claudio Magris deslumbrante e irónicoClaudio Magris

El nuevo número de «Turia» publica también un avance de lo que será “Instantáneas”, el próximo libro de Claudio Magris en español y que aparecerá editado por Anagrama. El lector encontrará aquí textos breves capaces de capturar lo que tiende a escurrirse entre los dedos, de retratar con perspicacia y acidez comportamientos humanos, de observar el mundo con una sofisticada mezcla de humor, melancolía, bondad y sabiduría.

Si la instantánea fotográfica es la captación de un momento fugaz, el ejercicio virtuoso de saber plasmar la trascendencia, belleza o ironía de un instante irrepetible, las instantáneas que ha escrito Claudio Magris son su equivalente literario.

Claudio Magris (1939), una de las grandes figuras de la literatura italiana contemporánea, ofrece ahora a los lectores un conjunto de deliciosas miniaturas en las que asoman temas, personajes y situaciones variopintos: desde la ciudad de Trieste a un episodio cómico vivido en la Galería Leo Castelli de Nueva York; el secreto motivo por el que una conferencia muy erudita y potencialmente soporífera se llena a rebosar o la soledad de las parejas.

Ida Vitale, una poeta dotada para la erudición y la espontaneidad

La escritora uruguaya Ida Vitale, premio Cervantes en 2018, protagoniza un amplio y pormenorizado artículo de la revista «Turia» en el que se analiza su trayectoria literaria.

Elaborado por el especialista y también poeta José Luis Gómez Toré, en el se subraya que los libros de Vitale son fruto de “la exigencia (y autoexigencia) intelectual y una amplia curiosidad por la cultura desde una perspectiva cosmopolita”.

El de Ida Vitale (1923) es un caso singular de longevidad creativa. Única superviviente de la llamada “generación del 45”, su obra se inscribe en la tradición de las vanguardias históricas latinoamericanas y se la considera representante de la poesía esencialista. En el artículo que TURIA publica se analizan los principales títulos de su obra en verso y en prosa, desde que en 1949 publicara su primer poemario. Una trayectoria poética caracterizada por “una progresiva conquista de la realidad objetiva, sin que ello implique una renuncia a la mirada personal”, como la describe Gómez Toré.

A lo largo de su biografía, Ida Vitale ejerció también como docente y periodista cultural. Durante la etapa en que la dictadura gobernó Uruguay, se exilió a México. Allí conoció a Octavio Paz y realizó una intensa labor como crítica literaria, ensayista y traductora. Con el retorno de la democracia a su país, regresó un par de años para luego instalarse durante un largo periodo en la ciudad norteamericana de Austin, en el estado de Texas.

Actualmente reside de nuevo en Montevideo. Al fin, y como dice en uno de sus últimos libros, toda vida es un balance de compañías y soledades. De ahí que la poeta escriba: “Mi homenaje / al que plantó cada árbol […] / A todo lo que ocurre / sin ser más que eso: algo”.

La Lisboa de Pessoa

El escritor y ex ministro de Cultura César Antonio Molina publica en «Turia» un entusiasta y hermoso artículo en torno a Lisboa y a uno de sus escritores más celebrados: Fernando Pessoa.

Bajo el título de “La calle más literaria del mundo”, se nos recuerda que la “Rua dos Douradores“ es la calle por excelencia pessoana: “Hoy ya no nos cruzamos con el mozo de cuerda, con el barbero que contaba chistes, con el camarero que le hizo la fraternidad de desearle esa mejoría porque solo se había bebido la mitad de la copa de vino (Pessoa murió de un cólico hepático), con el dependiente de la tabaquería que se había suicidado, con el viajante de comercio que trajo las sedas del Indo, de Samarcanda o de Persia. En la Rua dos Douradores ya nadie tirará desde el último piso del número 190 una caja de cerillas vacía al abismo del empedrado. En la Rua dos Douradores ya no hay libros de caja abiertos sino ordenadores fríos y abstractos. Ha vuelto a ser una calle más del mundo. Pero siempre seguirá siendo toda ella una filosofía y una literatura universal”.

TURIA, que cuenta ya con treinta y seis años de trayectoria, ha conseguido convertirse en una de las revistas culturales de referencia en español. Tiene periodicidad cuatrimestral en papel y además dispone también una versión digital (web y Facebook) muy apreciada por los lectores. Está publicada por el Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación de Teruel y cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Teruel y el Gobierno de Aragón. En reconocimiento a su labor, la revista obtuvo el Premio Nacional al Fomento de la Lectura.

UN INÉDITO DE CLAUDIO MAGRIS

La revista «Turia» difunde un avance del nuevo libro de Claudio Magris, “Instantáneas”, que será publicado por la editorial Anagrama el próximo año. De ese material inédito, adelantamos hoy el siguiente fragmento:

LA PALOMA Y EL ÁGUILA BICÉFALA

En el Jardín público de Trieste, a los pies de una estatua que representa a una Italia semidesnuda con un águila bicéfala en el hombro –símbolo de la Austria de los Habsburgo abatida en la Primera Guerra Mundial y transformada en una especie de exquisita pieza de caza para la cazuela– hay una paloma muerta. Está caída con las patas arriba; tiene un ojo hinchado por la sangre coagulada y medio fuera de la órbita. Seis o siete palomas salen de una mata, se acercan a saltitos en fila, ordenadamente. Le saltan encima por turnos, una detrás de otra, mientras el resto del grupo mira, la montan batiendo frenéticas las alas y abriendo y cerrando el pico sin parar. La violación necrófila dura muy poco cada vez, es evidente que los palomos son amantes rápidos; pero todos se vuelven a poner a la cola y cada uno, cuando tras unos segundos le toca de nuevo, repite la operación. Alguno, antes de bajarse del cuerpo cada vez más destrozado e informe, estira y dobla el cuello y da un par de violentos picotazos a la cabeza inmóvil y pisoteada, golpeando sobre todo el ojo herido y al fin despachurrándolo definitivamente. Tras unos minutos, el grupo se aleja, desaparece entre las flores de los pensamientos. Un palomo se queda rezagado, se para y mira receloso con un ojo dilatado, rígido como el del cadáver.

17 de abril de 1999

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