La máquina en pruebas es un molino triturador-fresador sobre un tractor de 380 caballos capaz de fresar las zonas pedregosas hasta una profundidad de entre 15 a 25 centímetros, fabricando de este modo zahorra artificial.
La presidenta Carmen Pobo ha asegurado que quería «conocer in situ cómo trabaja esta máquina y ver el resultado». El objetivo final de esta prueba, ha explicado, es conocer las posibles ventajas que conllevaría utilizar este tipo de máquina en determinados caminos rurales de la provincia, como «ahorrar costes o garantizar una mayor solidez de los caminos arreglados». Pobo ha señalado que tras ver cómo trabaja el molino triturador «ahora tenemos que darle un tiempo al camino reparado y ver su evolución para determinar si a la Diputación de Teruel le compensa utilizar este tipo de maquinaria en la mejora de los caminos rurales».
Por su parte, el vicepresidente 2º, Ramón Millán, ha señalado que «esta máquina puede ser muy útil para zonas pedregosas, especialmente, para el arreglo de aquellas vías donde no hay canteras próximas ya que se evitaría el transporte de zahorra». También ha señalado que el molino triturador-fresador «podría jugar un papel importante en la construcción de nuevas carreteras».
El diputado delegado del servicio de Caminos Rurales, Alvaro Casas, ha destacado que la prueba realizada esta mañana «era fundamental no sólo para conocer el funcionamiento del molino triturador-fresador, sino para comprobar el rendimiento de la máquina y saber con certeza cuántos kilómetros por hora puede trabajar». También ha explicado que tras el paso de este molino triturador, el proceso para arreglar un camino se completaría con el trabajo de la motoniveladora y el rodillo vibrador.
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