Ramón Millán ha destacado el trabajo realizado por la Fundación Blasco de Alagón que «nos permite ahora disfrutar del rico patrimonio que encierra el Maestrazgo turolense y que de no ser por esta intervención se hubiera perdido». Gracias a la labor de restauración de un número «muy importante» de piezas «estamos contribuyendo a enriquecer la oferta de turismo cultural que complementa la riqueza paisajística y medioambiental que busca el visitante que elige nuestra comarca para pasar unos días de descanso».
La Fundación Blasco de Alagón expone hasta el próximo 15 de septiembre los trabajos realizados en el Frontal de San Miguel de La Iglesuela del Cid del siglo XVI, el ático del retablo de San Jaime y Santa Lucía de Mirambel, los escudos de Francisco Peña, del siglo XVII, de Villarroya de los Pinares, la tabla del «Llanto del Cristo Muerto» de Cantavieja, así como la arqueta de liturgia de La Cuba, una pieza del siglo XVI.
El taller de restauración ha recuperado, por otra parte, un lienzo datado en el siglo XVIII y que pertenece al patrimonio del municipio de Bordón, además de la tabla de Blasco de Grañén, del siglo XIV, y un retablo del siglo XVI del convento de las Agustinas, ambos de Mirambel. La Fundación Blasco de Alagón abordará próximamente la restauración de las pinturas murales de la iglesia de Bordón y el sepulcro de Gonzalo de Funes, de Cantavieja.
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