Esta situación ha provocado, paralelamente, un elevado excedente de purín al ser declaradas zonas vulnerables los términos de municipales de Monroyo, Fuentespalda, Peñarroya de Tastavins, Cantavieja, La Cuba, Mirambel, Muniesa, Oliete, Alacón, Alloza y Andorra, y las zonas de regadío del Jiloca; situación que se suma a la paralización que sufren las planta de cogeneración situadas en Peñarroya de Tastavins y Valderrobres.
Las subvenciones aprobadas por la institución provincial destinan 85.000 euros al transporte en áreas vulnerables y 15.000 para el resto de la provincia. Esta ayuda permitirá completar el transporte de excedentes de purines procedentes de explotaciones porcinas o balsas de almacenamiento hasta aquellas fincas agrícolas que estén situadas fuera de las zonas que han sido declaradas vulnerables.
El vicepresidente 1º de la DPT, Francisco Abril, ha señalado que este programa «reafirma nuestro compromiso con los ganaderos de porcino que tienen que asumir un coste económico muy importante y nuestra obligación es respaldar al sector primario porque es el principal soporte económico y social de la provincia de Teruel». Por ello, desde la Diputación de Teruel «asumimos esta responsabilidad, una vez que las instituciones que tienen competencia en esta materia ha dejado de hacerlo. Nuestra obligación es facilitarles su trabajo, avanzar en la sostenibilidad medioambiental y propiciar marcos de actuación que favorezcan el crecimiento productivo y con él, la viabilidad de un sector que es la mayor garantía de futuro que tiene el medio rural».
DATOS DEL SECTOR PORCINO EN LA PROVINCIA DE TERUEL
La ganadería porcina en la provincia de Teruel alcanza un censo de 85.000 hembras en producción y unas 760.000 plazas de cebo, distribuidas en 800 explotaciones, lo que la convierte en la actividad ganadera de mayor importancia económica para nuestro territorio. El gran número de animales señalado genera anualmente entorno a los 2 millones de toneladas métricas de purines, la mayor parte de los cuales se producen en explotaciones situadas en las comarcas del Matarraña y Bajo Aragón, zonas de mayor densidad, y en menor medida en las comarcas de Maestrazgo y Jiloca.
Tradicionalmente los estiércoles de porcino o purines han venido utilizándose como fertilizante agrícola. No obstante, la gran cantidad de excedentes de purines producidos y la alta concentración de explotaciones en algunas partes de la provincia tiene como consecuencia la necesidad de su evacuación a zonas con menor carga ganadera y evitar así problemas de contaminación de aguas subterráneas.
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