EL IET EDITA LA BIOGRAFÍA DE MANUEL BAYO MARÍN, UNO DE LOS GRANDES ILUSTRADORES DEL SIGLO XX

EL IET EDITA LA BIOGRAFÍA DE MANUEL BAYO MARÍN, UNO DE LOS GRANDES ILUSTRADORES DEL SIGLO XX

El Instituto de Estudios Turolenses ha presentado la publicación de una amplia y cuidada biografía de Manuel Bayo Marín, considerado uno de los más relevantes ilustradores españoles del siglo XX. Bajo el título de «Bayo Marín: entre luces y sombras», el libro de Eduardo Laborda permite conocer con todo detalle la intensa y atractiva trayectoria personal y profesional de quien puede ser descrito como uno de los artistas aragoneses más singulares y deslumbrantes del siglo pasado. Un total de 500 imágenes, entre las que se incluyen 292 reproducciones de sus obras, convierten a este libro de 237 páginas de gran formato y cuidada edición, en una extraordinaria oportunidad para redescubrir como merece a uno de los turolenses de mayor proyección.
Fue Bayo Marín (Teruel, 1908 – Zaragoza, 1953) gran maestro de la caricatura, dibujante de «buen humor» y periodista. Como se subraya en el prólogo del volumen, esta rigurosa, documentada y fascinante aproximación biográfica nos narra la pasión y perseverancia que transmite la sugestiva y prolífica obra de Bayo Marín. Descubrimos en estas páginas el origen, la evolución y las inquietudes de un creador turolense que llegó a ser protagonista del arte de su tiempo y cuya excelente tarea en el campo de la ilustración ocupó un lugar de referencia en el corazón de la modernidad. Una fructífera labor que alcanzaría su cenit durante los años veinte y treinta del siglo XX, viéndose fracturada por la guerra civil y a la que sobrevivió gracias a la solvencia y prestigio de su estilo personal en las artes gráficas españolas.
La edición por el Instituto de Estudios Turolenses de esta espectacular monografía sobre Manuel Bayo Marín, da continuidad a la labor de difusión que ha venido realizando la Diputación de Teruel acerca de la obra de este genial ilustrador. Así, ya en 2004, y elaborado también por Eduardo Laborda, se editó un interesante catálogo que documentaba la exposición que se realizó en Teruel sobre su obra y que fue promovida por el Gobierno de Aragón, junto a la propia DPT y al Ayuntamiento de Teruel.
VIVIR DEL DIBUJO Y PARA EL DIBUJO
La publicación de «Bayo Marín: entre luces y sombras» es uno de los resultados más notorios de los más de diez años que Eduardo Laborda viene dedicando a la tarea de conocer y reunir todo lo relacionado con un turolense que, como indica Manuel García Guatas en el prólogo del libro, «vivió para el dibujo y del dibujo». Porque Bayo Marín mostró siempre su capacidad de afrontar con éxito cualquier tipo de encargos: ilustraciones en prensa, portadas, revistas, caricaturas rápidas, viñetas de humor, reportajes gráficos, cartelismo o un amplio repertorio de trabajos publicitarios. «Su época -indica García Guatas- fue la de los años alegres del dibujo que aplicaron, siempre que les salieron al paso las ocasiones, a tres espectáculos modernos de los años veinte y treinta: al cine y su constelación de estrellas y galanes, a los deportes del fútbol, de las carreras ciclistas y de la natación, que permitían exhibir músculos y bellas estampas femeninas en bañador, o del boxeo y, como complemento de aquella vida moderna, a los bailes de moda, de disfraces o a los de sociedad, que alternaron en sus ilustraciones con las populares verbenas».
El libro de Eduardo Laborda se estructura en dos partes. En la primera de ellas se describe pormenorizadamente la biografía de Manuel Bayo Marín. A continuación, se analiza de forma exhaustiva y con un rico apoyo gráfico, su prolífica obra como ilustrador. Finaliza el volumen con una completa bibliografía que recoge todas las referencias, tanto en publicaciones periódicas como especializadas o en la bibliografía general.
UN COMPLETO ESTUDIO BIOGRAFICO Y ARTISTICO
Respecto al estudio biográfico, las páginas de «Bayo Marín: entre luces y sombras» nos cuentan su periplo vital a través de los diez capítulos siguientes:
«Entre luces y sombras»: De su niñez turolense recordará Bayo Marín en una entrevista: «cuando apenas sabía andar, ya me ‘tiraba’ el dibujo; mis rabietinas cesaban en el acto si me entregaban un lápiz y un papel y, tirado en el suelo, me pasaba las horas garabateando».
«Periodismo sobre ruedas: Escuadrilla Patinesca Ebro»: Manuel Bayo fue uno de los dibujantes del periódico «La Voz de Aragón» que realizaron, en 1927, el trayecto Zaragoza-Madrid en patinete. Un episodio que obtuvo una singular trascendencia informativa en la prensa de la época.
«El arte de seducir»: A finales de los años 20, Bayo Marín se inicia como publicista y pronto anuncios firmados por él se repiten frecuentemente en los diarios aragoneses. Puede ser considerado como el primer publicista aragonés en el sentido moderno de la palabra, el primer diseñador gráfico.
«El hombre de los cien mil rostros»: Durante los años en los que Bayo Marín, como artista autodidacta diversifica sus proyectos y, además de celebradas caricaturas, realiza trabajos de clara influencia norteamericana como su tríptico ‘Eva moderna’. De ahí que su paisano, el pintor turolense Angel Novella, dijera de él en 1932 que «Bayo Marín es el reflejo de sus obras: sensible y afable cual sus retratos y en su ironía no sabe zaherir, como en las caricaturas diluidas en tolerancia cariñosa».
«Bajo el cielo de Teruel»: En 1931, tras doce años de ausencia, Bayo Marín regresó a Teruel y el Casino Turolense acogió una exposición que contenía 69 obras de diferentes periodos creativos». El éxito artístico y económico de dicha muestra le anima a adquirir en Madrid un aerógrafo, lo que certifica su adaptación a los cambios en las artes gráficas.
«Locura de humor»: Bayo Marín tiene un importante protagonismo en el IV Salón de Humoristas Aragoneses, celebrado en 1932. Trabaja intensamente y se prepara para «comerse Madrid».
«Noches de Madrid»: En 1934, Bayo Marín se traslada a Madrid y también ingresa en la Unión de Dibujantes Españoles. Trabaja en el ambicioso proyecto «Relieves de España» y retrata a célebres personajes. Igualmente colabora en revistas como «Crónica», «Mundo Gráfico» o «Cinegramas» y comienza a brillar en el universo nacional de la ilustración. Otra de sus series gráficas más cuidadas será «Mujeres de España». Igualmente confecciona decorados y carteles para obras de teatro. Todo ello aunque, ya en 1936, Madrid está inmerso en un ambiente tenso y enrarecido por la crisis política y social. Bayo Marín se refugia en el trabajo.
«Las lágrimas de Cibeles»: El estallido de la guerra civil supondrá, paradójicamente, para el arte gráfico español una etapa de desarrollo y esplendor excepcional. Bayo Marín realizará, por tanto, numerosas ilustraciones. En marzo de 1937 contrae matrimonio civil con Carmen González. Dibuja para el diario «Informaciones» y diseña la cabecera para el nuevo periódico «Madrid». A pesar de estos y otros trabajos, Manuel Bayo Marín se siente desbordado por silencios y amenazas y se ve obligado al retorno a Zaragoza.
«Regreso a Zaragoza». En este capítulo, dedicado a los avatares de Bayo Marín en la década de los años 40, se nos da noticia de cómo compatibilizaba su trabajo en la sección de dibujo de la empresa Industrias del Cartonaje con sus colaboraciones en los diarios y revistas aragonesas. Asimismo, lleva a cabo diversos trabajos de diseño y decoración de establecimientos hosteleros.
«Viacrucis»: En estos años finales, de 1950 a 1953, trabaja diseñando carteles en su estudio y como director artístico de la Feria Nacional de Muestras de Zaragoza hasta que un tumor cerebral acabó con su vida el 18 de diciembre de 1953.
Eduardo Laborda ofrece igualmente al lector la posibilidad de disfrutar de 292 ilustraciones de Manuel Bayo Marín, extraídas del millar que tiene reunidas y que acreditan una dedicación investigadora de más de una década en torno a la tarea del dibujante turolense. A lo largo de cinco capítulos, además de reproducir las obras, se nos brinda una completa panorámica de la ingente y valiosa producción artística de Bayo Marín: «Periodismo gráfico, 1927-1933», «Caricatura-retrato, 1934-1937», «La palabra ilustrada», «Aragoneses» y «Arte comercial»
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