Trabajos de excavación acometidos en esta segunda fase

Trabajos de excavación acometidos en esta segunda fase

La segunda campaña de excavaciones arqueológicas realizadas en el yacimiento de Alcañiz el Viejo (Alcañiz) concluyeron el pasado 22 de julio con unos notables resultados en lo que al saber de la época andalusí hace referencia. Organizada por el Museo de Teruel, con el apoyo de la Universidad de Zaragoza y el Taller de Arqueología de Alcañiz, la actuación ha ampliado notablemente el conocimiento que se disponía acerca de este importante burgo fortificado, el hiṣn al-Qannis que citan las crónicas árabes a inicios del siglo X.

Durante esa época, Alcañiz el Viejo continuó siendo el centro de población más destacado de toda la cuenca del Guadalope hasta la conquista aragonesa, a mediados del siglo XII, cuando el lugar fue abandonado en beneficio del emplazamiento que hoy ocupa la capital comarcal del Bajo Aragón.

Los trabajos han consistido en la realización de cuatro sondeos de diversa entidad, dos en la ladera meridional del cerro y dos más en su cima. Los primeros han estado encaminados al estudio de aspectos relativos al urbanismo y la vivienda, en particular el diseño, construcción y formas de uso de los ámbitos domésticos. Se ha podido comprobar, de este modo, las dificultades a que tuvieron que enfrentarse los habitantes de al-Qannis para adaptar el caserío a la empinada topografía del solar, por lo general mediante la disposición de las estancias sobre sucesivas terrazas. Para obtener un suelo suficientemente horizontal, uno de los espacios exhumados fue nivelado con un potente nivel de escombros procedente de contextos domésticos anteriores, fechado durante la Antigüedad Tardía. Muy interesante resulta el conjunto cerámico documentado en este relleno del siglo V después de Cristo, dado lo raro de este tipo de hallazgos, que incluyen vajillas manufacturadas en el sur de Francia y ánforas importadas desde el norte de África.

Por su parte, las catas abiertas en el sector superior del yacimiento han estado dirigidas a analizar otras cuestiones más vinculadas con la arquitectura defensiva y la organización del espacio interior de la fortaleza medieval. Destaca la intervención realizada directamente sobre la muralla que cierra el conjunto por su lado occidental, que ha permitido evidenciar la existencia de al menos dos fases: una primera, de época ibérica o ibero-romana, que amortiza estructuras protohistóricas anteriores; y una segunda, ya andalusí, que rehabilitó la obra antigua empleando técnicas constructivas diferentes. En la zona excavada se han conservado hasta seis hiladas de esta muralla de empaque ciertamente monumental, lo que, dejando a un lado su evidente interés científico, confiere a la construcción un evidente atractivo desde el punto de vista del turismo arqueológico y patrimonial.

La actuación en Alcañiz el Viejo se enmarca dentro de un proyecto de investigación plurianual del Museo de Teruel que, con el título de Huṣūn y qurā. Bases para el estudio del poblamiento andalusí en el sur de Aragón, pretende analizar la organización del territorio durante época musulmana en el tercio meridional de nuestra Comunidad. Forma parte de este mismo proyecto la próxima campaña de excavaciones que, a partir de inicios del mes de septiembre, se llevará a cabo en otro destacado yacimiento andalusí, como es el Cabezo de la Cisterna, en Alba del Campo, objeto que también de exploraciones el año anterior.

Tal y como ha destacado el director del Museo de Teruel, Jaime Vicente, se trata del segundo año de desarrollo de este proyecto, “que pretende conocer mejor el poblamiento islámico de época andalusí en la provincia y más concretamente el de Alcañiz el Viejo, que fue un asentamiento urbano que perdura hasta el momento de la conquista aragonesa de este territorio”. “Se trata -ha complementado- de una etapa muy interesante y de larga duración ya que son cuatrocientos años de desarrollo de esta cultura, de la que sin embargo tenemos muy poca información”.

Según ha añadido el director del Museo de Teruel, el equipo de investigadores que han trabajado en Alcañiz el Viejo ha estado dirigido por Carolina Villagordo y ha contado con la participación de estudiantes procedentes de Aragón, Castilla-La Mancha, Madrid y Valencia. “Ha intervenido un grupo bastante numeroso y los resultados han sido satisfactorios desde el punto de vista científico y patrimonial porque una de las catas que se han hecho en la muralla ha dejado al descubierto un tramo de ella que en los próximos años pretendemos ampliar y también incorporar a los repertorios monumentales”, ha explicado Jaime Vicente.

Trabajos futuros

La intención del Museo de Teruel es seguir trabajando en estas excavaciones como parte del proyecto que está desarrollando en los núcleos andalusíes más importantes del territorio para ahondar en el conocimiento de yacimientos de distinto carácter (urbanos, aldeas, alquerías, fortificaciones…), cronología y situados en diferentes ámbitos geográficos.

El director del espacio expositivo perteneciente a la Diputación Provincial de Teruel ha detallado que “la intención es continuar las excavaciones el año que viene con una actuación de mayor envergadura”. Más concretamente, ha añadido que “actualmente disponemos de la información estratigráfica y consideramos que en el futuro, además de continuar con las investigaciones de carácter científico, tenemos que hacer también actuaciones que supongan la incorporación del yacimiento a los recursos visitables”.

Por ello, los futuros trabajos van a pasar por la limpieza y excavación de la zona de la muralla para dejar más tramos visibles y visitables, además de recuperar las estructuras que se localizaron en las excavaciones realizadas a principios del siglo XX y en las que ahondaron en la mayor parte de las estancias de época islámica. “La idea es limpiar esas estancias que están cubiertas por tierra caída y vegetación para que el visitante perciba de una manera más rápida y eficaz las características de este notable asentamiento histórico”, ha concluido.

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